Desde el Studio Gorm nos envían esta cocina experimental y sustentable en la que la naturaleza y la tecnología están integradas en una relación simbiótica, de tal forma que los procesos fluyen entre sí en un ciclo natural basado en un uso eficiente de la energía, el agua, los residuos y los recursos naturales. John Arndt y Wonhee Jeong, los ideólogos de Studio Gorm, han creado un espacio no sólo para cocinar, sino que Flow 2 ofrece una mejor comprensión de cómo es el proceso de trabajo natural en una cocina donde se produce, almacena, cocina y se aprovechan los desechos para cultivar alimentos.

Flow 2 es un cocina en la que no sólo se garantiza un uso eficiente de la energía y del agua, sino también un aprovechamiento de los residuos y recursos naturales. Foto: cortesía Studio Gorm.

John Arndt y Wonhee Jeong han diseñado un escurreplatos justo encima de la zona para las hierbas y plantas comestibles, de tal forma que el agua sobrante sirve de riego. Foto: cortesía Studio Gorm.
La forma de trabajar de Flow 2 implica que todo el flujo de trabajo funcione en conjunto, como parte de un gran sistema, para conseguir un funcionamiento eficaz y saludable. Cada uno de los elementos integrantes está en relación con los otros, creando una interacción constante entre las tres áreas principales que componen este diseño: Residuos, Agua y Energía.

Los recipientes de almacenaje son de barro sin esmaltar y tapas de madera de haya natural, lo que crea un ambiente ideal para mantener mejor los productos que se deseen conservar en ellas como el pan, ajos o cebollas Foto: cortesía Studio Gorm.
En este sentido, Arndt y Jeong han ideado una cocina llena de estrategias sostenibles en la que los estantes para los platos están colocados de tal forma que el agua sobrante sirve para regar las hierbas y plantas comestibles que se cultivan debajo. A su vez, la tabla integrada para cortar alimentos se puede deslizar permitiendo que, de una forma sencilla, los desechos caigan en el cubo de compostaje, lo que permite que el 40% de los residuos domésticos se puedan convertir en abono.

La cocina está equipada con una tabla para cortar alimentos que se desliza fácilmente permitiendo que los desechos caigan en el cubo de compostaje. Foto: cortesía Studio Gorm.
Los recipientes de almacenamiento son de barro sin esmaltar y tapas de madera de haya natural, lo que crea un ambiente ideal para mantener mejor los productos que se deseen conservar en ellas como el pan, ajos o cebollas. Las tapas de madera tiene propiedades antimicrobianas. La nevera, uno de los elementos que más consumen electricidad en el hogar, está equipada con un sistema de evaporación del frío que garantiza la temperatura adecuada en cada momento. El espacio entre las paredes dobles se llena de agua y ésta, poco a poco, se filtra a través de la pared exterior evaporándose y permitiendo que la temperatura inferior se enfríe. Este sistema es perfecto para almacenar hortalizas, frutas, huevos, queso y mantequilla.
Para amortizar al máximo el área de trabajo, las sartenes y ollas se pueden colgar bajo la encimera, así como algunos alimentos almacenados en redes. Los cajones inferiores permiten guardar tanto platos, como utensilios y vasos, proporcionando un acceso fácil y práctico.
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