El Estudio de Arquitectura C O R, formado por Miguel Rodenas y Jesús Olivares, ha sido el ganador de la Categoría Arquitectura de la X Edición de los Premios Cerámica de Arquitectura e Interiorismo por su proyecto MUCA. Auditorio y Casa de la Música de Algueña, en Alicante. El jurado internacional, presidido por la arquitecta Benedetta Tagliabue, ha valorado el uso inteligente de los escasos medios económicos disponibles y la capacidad expresiva del revestimiento cerámico iridiscente utilizado.
C O R se encontró ante el reto de construir una edificación capaz de aglutinar todas actividades vinculadas al mundo de la música y la cultura que se desarrollan en Algueña, así como la potenciación cultural de futuro. A nivel político se les demanda la generación de un edificio que pueda ser usado como marca, capaz de erigirse como hito reconocible dentro del pueblo. Los arquitectos proponen una solución económica de bajo coste, apoyándose en dos conceptos, ‘la psicología de la percepción’ con el uso de la vibración y el brillo, y por otro lado, ‘la forma’ con un aspecto rotundo de proporciones vinculadas a su paisaje industrial, apoyándonos para ello en el material cerámico.
El uso de un recubrimiento cerámico con un acabado nacarado o irisado responde a la intención de generar un volumen vibrante en constante cambio, ya sea por cambios en la iluminación o por movimiento del observador. Esta solución hace que el edificio vibre, cambiando de color, saturación, profundidad… La apuesta por este material, realizado para esta obra con el uso de técnicas existentes de cocción, responde a la decisión de no generar una situación tectónica ni formal, sino perceptiva, con lo que Rodenas y Olivares consiguen un edificio espectacular que atrapa la mirada gracias a su fuerte magnetismo.
La técnica usada parte de la elección de un material base porcelánico resistente a las heladas y garantizado para su uso en exteriores. Cada una de las placas es prensada en vía seca y se le realizan 3 cocciones: la primera es a 950°C para bizcocharla, la segunda es para cocer el esmalte base blanco y vitrificar el bizcocho a 1.180°C en ciclo rápido, y la última la que consigue el efecto irisado‐nacarado o reflejo metálico a 780°C aproximadamente.
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